Archivo mensual: septiembre 2011

A problemas de ayer, soluciones para mañana

Con el derrumbe del bloque socialista y su posterior conocimiento del grado de corrupción existente en esos países, su enemigo natural; el capitalismo y con la anuencia de la socialdemocracia, rápidamente se prestaron a liquidar la ideologización marxista vendiéndonos el humo de la Aldea Global o la globalización de la riqueza. Este producto lo puso en venta Ronald Reegan, Margaret Tatcher, etc, etc., como los máximos representantes del capitalismo financiero internacional, y Felipe Gonzalez como máxima cabeza de la socialdemocracia.

Nos ofrecieron a cambio de hacer dejación de nuestra teoría y practica de la revolución social; la sociedad global del bienestar, haciéndole ver a la sociedad que;  el comunismo había fracasado y que la única alternativa valida era el capitalismo y para ello, desarmaron ideológicamente a los trabajadores a través de los partidos de izquierdas convirtiéndose estos en meras oficinas electorales y desoyendo el clamor de la sociedad.

Mediatizando a los sindicatos vías subvenciones desarmandolos de sus objetivos históricos de clase.

Permitiendo con benevolencia judicial, la corrupción, algo tan connatural del propio capitalismo que fue impregnando a algunos hasta convertirlos en esbirros de sus propias intenciones e intereses. Este es el resultado del abandono del marxismo.

Hoy, en una sociedad amorfa, carente de horizontes y sentido de clase, no solo ha dejado de pensar en el futuro de sus hijos, sino que ni tan siquiera piensa en su presente, le es muy difícil rearmarse para aniquilar a quien les oprime y les arruina. El conformismo y la desidia a anidado en ella y los mercados financieros se frotan las manos creyendo que sus políticas han triunfado, y que han triunfado para la eternidad. Cuan equivocados están. Ya hay una generación mundial que les están plantando cara y cada vez se unen más, y si creen que la transición  será pacifica cuan equivocado están. Lo mismo que no hay parto sin dolor, no hay cambio de sociedad incruenta, por muchas «cataplasmas» que intente poner la socialdemocracia.

Alemania, con su poderío bélico provocó las dos guerras mundiales para dominar al mundo. Hoy parece inviable provocar otra guerra de esas magnitudes, pero el poderío económico alemán hace que todos los países de la Unión Europea funcionen al dictado de la banca alemana y de su valedora Angela Merkel. Pero aunque la globalización solo ha globalizado la riqueza de unos pocos, (dicen que está en manos de 25 personas) también ha globalizado la pobreza mundial y al mismo tiempo ha puesto en nuestras manos un arma poderosísima; los medios de comunicación, que aunque con una información sesgada e interesada, si tenemos conocimiento en tiempo real de lo que ocurre en el mundo.

Si las políticas de los gobiernos la marca los mercados financieros, el poder real lo tienen las masas de asalariados, y solo con la unidad de estas a nivel global se puede descabalgar de su poderío a estos mercados, o lo que es lo mismo; al capitalismo financiero internacional.

Es inconcebible  que nos llamemos Unión Europea y haya 27 gobiernos con sus respectivos ministros, 27 Parlamentos, 27 Senados, amén de toda la parafernalia que rodea este sistema. 27 políticas económicas, 27 políticas sanitarias, 27 políticas educativas, etc,etc y además el Parlamento Europeo con sus correspondientes parlamentarios.

En este año 2.011 a punto d acabar, hemos visto como en algunos países de Africa y Asia, las «hordas» marxistas o no, se han tirado a la calle y han derribado a sus tiranos gobiernos, que aunque las perspectivas eran otras, al fin y al cabo se han librado de gobiernos corruptos y tiránicos.

Estamos viendo las políticas antipopulares que están ejercitando el PP allí donde gobiernan. Que pasará cuando después del 20N ganen y hagan recortes en la sanidad, en educación y derechos sociales. ¿Nos saldrá la rabia colectiva y saldremos a la calle para defender nuestros derechos? ¿Y que hará el PSOE, IU, sindicatos y progresistas? ¿Nos pararan,  o pasaremos por encima de ellos?

Si los partidos de izquierdas, por su acomodo y negligencia de clase han abandonado a su suerte a su electorado, que no se rasgén las vestiduras si hay una altísima abstención en las próximas elecciones, y si creen que este sistema económico-político es el final de la carrera, lo mejor que pueden y deben  hacer, es quedarse en sus casas, de lo contrario la propia sociedad los repudiará y los mandara al ostracismo.

¡¡ En nuestras manos está la solución !!

29 de septiembre de 2.011

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Antonio Álvarez: la caída de un alcalde.

«… No nos interesan directamente todos los detalles de esta lucha, pero haremos notar que para entonces la lucha consistía principalmente en el enfrentamiento entre el comité provincial y el comité local del Puerto; la clave de la cuestión era que mientras Miguel Marroquin siguiera siendo secretario general del comité local, los nuevos poderes a nivel provincial no serían capaces de expulsar a Antonio Alvarez. Como cabía esperar, Miguel acabó dimitiendo de su cargo y dándose de baja del Partido, por añadidura, el mismo año en que el Partido obligó a Alvarez a dimitir de su cargo de alcalde». (del libro de Joe Foweraker, ‘La democracia española’).

No, no era Dios, ni su hijo, ni tan siquiera creía en ellos. Antonio Alvarez era una persona normal, como los demás, eso si, tenía un concepto de la solidaridad fuera de lo normal, tenía una abnegación hacia todos que no dudó en perder su libertad por conquistar la de los demás. Esto fue lo que más me atrajo de su persona en mi juventud y siempre fue el espejo donde me miré, hasta que volé con mis propias alas.

Ahora que se cumple 30 años de la expulsión de la alcaldía de Antonio Alvarez Herrera y tras muchas recomendaciones para que cuente los hechos y porqué ocurrieron, me pongo en ello. No sin antes decir que esta narración es bajo mi perspectiva y vivido en primerísima persona; aclarar que ni siento odio ni rencor como tampoco lo sentí hace 30 años, el 14 de Septiembre de 1.981. Solo sentí y siento lastima porque fue el comienzo de la debacle del partido comunista de España, y no solo aquí, pero estamos en El Puerto y me ceñiré a el.

Pero estos acontecimientos, para entenderlos bien, no se puede contar solo presentando los efectos sin contar las causas, no se entendería muy bien ni se conocerían las tramas para esta defenestración política; como actor de primera línea se hace necesario ir al origen de la misma. Esto no es un reconocimiento a una trayectoria, pues la suya es mucho más amplia, esto es la narración de unos acontecimientos que hoy ven la luz por primera vez. Vamos a ello.

PRIMAVERA DE 1978.
Después del tumultuoso congreso provincial, donde los llamados renovadores desplazaron con artimañas a los camaradas más validos y veteranos, la organización comunista entró de lleno para preparar las primeras elecciones democráticas en los ayuntamientos. Corría la primavera de 1.978 y en una venta en Puerto Real, Manuel Espinar, Antonio Alvarez y yo, con nuestras respectivas, me propone Manolo, Ana Perea y Antonio para que asuma el ser candidato a la alcaldía de El Puerto.

Aunque es un honor y un privilegio ser alcalde de tu pueblo, en mis cálculos no entraba dedicarme a la política institucional, mis apetencias estaban más en la dirección del partido que en otra cosa. De todas maneras hablamos de la idoneidad del candidato y coincidimos que tanto Antonio como yo, éramos los que más votos conseguiríamos. Pero una cosa es el deseo y otra muy diferente la realidad; y la realidad era que tenía en contra la opinión del comité provincial. Ocurrió un hecho determinante para la elaboración de la candidatura:

Una vez desplazados de la dirección provincial,  de la mayoría de los veteranos, solo quedamos Espinar, Alvarez, Rafael Gómez  y yo. La vida política en  el comité provincial era insoportable y me prohibieron que visitara a los pueblos que yo había organizados. Por motivos familiares iba a Puerto Real todos los fines de semanas y un día la organización de este pueblo me comenta el comportamiento del secretario de organización provincial; Antonio Cabral Chamorro, este hombre había ido, metió una gran bronca, se llevó el dinero que había en la caja, tiro la bandera del partido y retiró los carnés amenazando con disolver la agrupación.

Ante esto mi indignación fue terrible, lo denuncio en el partido y grande fue mi sorpresa; me proponen una sanción por haber ido a Puerto Real. Estaba claro; estos elementos no querían que fuera a las organizaciones que había montado para que no viera el desbarajuste que tenían montado. Y como se aproximaba las elecciones municipales pretendían sancionarme para que no pudiese presentarme.

La Comisión de Garantía y Control provincial,  compuesta por; Pepe Mena, Rafael Rivero y otro que no me acuerdo, propone seis meses de baja de militancia y retrasaron todo lo que pudieron mi defensa para que no diera tiempo de estar rehabilitado para mi inclusión en las listas municipales. Lo que ellos no sabían que yo no quería presentarme. Yo había recurrido a la Comisión regional, esta gente sabía de mis contactos con estos camaradas y del cariño que nos teníamos de antaño, por eso ellos recurrieron al Central sin pasar por el regional.

Mientras tanto la vida política en El Puerto seguía y un día recibimos una citación del alcalde; Javier Merello para preparar el futuro traspaso de poderes a las organizaciones democráticas. Asistimos: UCD, PSOE, PSA, PTE, CCOO, UGT, FET y PCE, representado por José María García Caballero y yo. El alcalde hace su exposición diciendo que estábamos en un situación democrática y que este tipo de reuniones habría que hacerla más a menudo. Hubo respuestas desagradables que no venían a cuento por parte de los que habían colaborado con el régimen anterior, tuve  que hacer mención de la amnistía para centrar el debate. Como es natural, el ambiente se relajó y el alcalde y concejales se sintieron más cómodos no esperaban  nuestra salida y en ese tono y además que venía de los comunistas. Quedamos para otra reunión para profundizar en los temas candentes de El Puerto, entre ellos; la construcción del Casino Bahía de Cádiz. Al término de la reunión el alcalde nos invita a tomar una copa en su despacho. Todos los presentes la rechazan excepto los comunistas, algo que me sorprende. Sería porque no querrían que los vieran codearse con el último reducto del franquismo.  Yo estaba convencido que a mi no me quitaban nada con tomar una copa con esta gente, soy de las personas que se meten en el fango y salen limpia y como no tenía nada que ocultar ni temer así lo hice.

De todas maneras, la corporación o algunos de ellos, no se sentían satisfecho con la postura de los comunistas. Ellos no podían permitir que, tan mal hablaban de nosotros le diéramos lecciones de humildad y bondad. Era incomprensible para ellos que los comunistas, que nos habían presentados con cuernos y rabos, fuésemos personas normales como los demás. Habíamos pedido para la segunda reunión, que trajeran los proyectos y las cuentas del Patronato de la Vivienda.

Llevaron a esta reunión al gerente del Patronato de la Vivienda, aparte de presentar las cuentas intentó humillarme delante de los demás. Digo intentó porque no lo consiguió. El gerente; Manuel Rebollo, sacó a colación un débito que yo mantenía con el Patronato, diciendo; ¡como es posible que una persona que le debe dinero al Patronato pretenda dar lecciones de honestidad y honradez!. Mi respuesta fue: mira Manolo Rebollo, yo le debo dinero a ustedes, y hasta que nosotros no entremos en el ayuntamiento no lo voy a pagar, porque una cosa es que yo perdone y otra muy distinta es que confíe en ustedes. Le compre al Patronato una vivienda que costaba doscientas tres mil pesetas en tiempos de Fernando Arjona. Cuando tu entra en el Patronato empieza a rebajar y a devolver dinero que habían cobrado de más; es para desconfiar no te parece, por lo tanto, hasta que el alcalde no sea democrático y no veamos las cuentas verdaderas no pagaré. Las cuentas se vieron más adelante cuando Alvarez fue alcalde y efectivamente, el Sr. Arjona hizo en el Patronato lo que quiso. Entregó las viviendas sin asfaltar, sin luz en las calles, sin aceras etc. Me quedaba por pagar al Patronato veintitrés mil ochocientas pesetas, que una vez vista las cuentas, las pagué.

Mientras tanto mi conflicto seguía, y el juicio se celebra en una reunión en Sanlucar y viene dos miembros de la Comisión Central. Estos elementos me dicen de todo; de no se que traición, de indisciplina y no se que más. Allí estaba el comité provincial en pleno.

Cuando considero que debo hablar me lo prohíben, me quedo perplejo y les digo: A ver si va ser verdad lo de los juicios Stalinista; ¿Como es posible que en un partido que se dice el más democrático no permita la defensa de uno de sus miembros?. Ante esta salida, no tiene más remedios que concederme la palabra.

Yo pocas ganas tenía de defenderme y más ante esta pandilla de aventureros sin escrúpulos , solamente les dije: Camaradas, he sido juzgado dos veces por Tribunal de Orden Público, y estos fascistas no me dijeron las cosas que he oído aquí.

El resultado vino por telegrama urgente tres días antes de la composición de la lista electoral y decía: No encontramos culpabilidad en el camarada Marroquin, no procede la sanción y esperamos que los camaradas del provincial lo rehabiliten y le pidan disculpas. Por lo tanto sigue el camarada Marroquin con todos sus derechos y deberes de militante.

La situación política en El Puerto se normaliza, no así en Cadiz que me desplazan de las tares políticas de la provincia, por ello me dedico más a la localidad.

Le habíamos encargado a las cuatro agrupaciones, que nos facilitaran los nombres de los camaradas que considerasen los más idóneos para que representasen al partido en el municipio , para poder elegir en el comité local a aquellos camaradas más votado por la militancia. Esta propuesta de elección era algo insólito en los partidos del arco democrático, inclusive, dentro de nuestro partido. Todos los partidos elegían desde arriba a sus candidatos.

El debate que se suscito para la elaboración de la lista fue intenso. A partir de aquí, ya se veían los intereses personales de cada uno. Ahora, ya había algo que repartir sin necesidad de correr ningún riesgo; ahora todos habían participados en las luchas clandestinas, ya nadie quería ser soldados, todos querían ser de capitán para arriba.

Se barajaron los nombres que habían dado las agrupaciones y el de Alvarez y el mio fueron los que más se dieron. En mi intervención dije: Creo que el que debe encabezar la lista es Antonio, es el que nos puede traer más votos. Con esto, aunque consideraba que podía ser cierto, mi inclinación iba para simplificar y evitar un debate innecesario, pues de todos los presentes en el partido, las únicas personas con más tirón electoral era Antonio y yo.

A pesar de mi inclinación y recomendación, el ser alcalde de tu pueblo era muy atractivo como para dejar pasar la ocasión, pero una cosa son los deseos personales y otra muy distinta los intereses del partido.

En este debate se descubrió las miserias e intereses de cada uno, se empezó a ver las verdaderas caras de cada cual, se vio el interés personal y lo que perseguían. Más de una semana nos llevó la elaboración de la lista. Yo me había desplazado al quinto lugar de la misma, luego ya mi nombre no entraba en el debate del primero de la lista, pero todavía no había consenso  para el primero.

Rafael Ceferino quería encabezar la lista, el mismo se propuso, y eso que muy pocos dieron su nombre. Viendo que el debate era interminable le dije: Rafael, de verdad cree que tu vas a traer más votos que Antonio o yo. Ante esto aceptó no de muy buen agrado la decisión.

Antonio Alvarez encabezó la lista, el segundo ; Rafael Ceferino o Rafael Gomez Ojeda, el tercero; Manolo Espinar, el cuarto; Miguel de Santiago, el quinto; Miguel Marroquin, pero como el secretario general de CCOO; Mario Peluffo amenazó con ir en la lista del PSP, me desplacé al nº trece. En el sexto; Ana Perea, el séptimo; Sebastián Sánchez. Estos son los siete que salieron elegidos Yo me quité del nº trece, pensaba que mi parcela de libertad no me la quitaba el protocolo de la institución. Una tontería por mi parte, pero era mi decisión.

Para las elecciones municipales y como era el responsable del partido en El Puerto, no permití que se inmiscuyera el comité provincial en la campaña electoral. Estos aventureros habían elaborado las listas en otros pueblos con menos experiencias políticas a su libre albedrío y así salieron los resultados. En los pueblos con más tradición política y más en contacto con nosotros sacaron alcaldes comunistas por mayoría o sacaron mayoría simple, este fue  el caso de; Algeciras, Sanlucar, Trebujena, Espera, Puerto Serrano y El Puerto.

En cambio donde ellos tenían influencias como San Fernando; dos concejales, Chiclana; un concejal y así en varios pueblos. Mención especial merece Cádiz capital. Aquí radicaba la nueva dirección provincial, de aquí eran la mayoría de los dirigentes y se suponía que los resultados  serían como mínimo por mayoría, así lo pregonaban y se jactaban de decirlo. La sorpresa fue grande, solo sacaron dos concejales y en el pueblo «adversario políticamente» sacamos alcalde comunista. Esto era algo que no lo podían digerir. Ese mismo día se recibe en la sede del partido en El Puerto una carta del renovador; Antonio Alvarez Rojas que por el interés de la misma reproducimos.

                                                                                  Cadiz 19 de Abril de 1.979

Querido tocayo, he puesto la fecha y me han temblado las manos. Es increíble pero hoy 19 de Abril, El Puerto tiene un alcalde comunista. Me figuro que a ti te parecerá mentira, que estás soñando. Tu recordarás  mucho mejor que yo los miedos, las angustias y la esperanza de tantos días, de tantas noches escuchando a ver si llaman a la puerta, de tantas reuniones, de tantas cosas.

Créeme, la alegria que sentí al conocer vuestro triunfo solo se puede comparar al día que legalizaron al Partido y al día en que nació mi hijo. Hoy es un día grande en el Partido en la provincia porque Antonio Alvarez es alcalde de su Puerto.

Porque es más importante que el triunfo en Algeciras o el de Córdoba. Porque es el premio al esfuerzo callado y tenaz de tantos hombres, de tantas horas.

Y hoy es el momento también de reconocer humildemente que los jóvenes a veces jugamos a ser hombres experimentados y no escuchamos a los que tienen los culos gastados de sentarse en reuniones.

Y que quiere que te diga, Es el triunfo de una manera de entender la vida de partido. 

Te felicito de todo corazón a tí, a Manolito, a Rafael, a Miguel y a tantos otros que tengo ahora mismo en el recuerdo. Dales un abrazo a todos de mi parte.

Me enturbia este día, el espectáculo que ha sido hoy la alcaldía de Cádiz. Aquello era una casa de vecinos y un no saber ganar. Hemos fracasado en Cádiz. Antonio dejé la responsabilidad política en Cádiz en Septiembre, absolutamente amargado y quemado. Luego me he buscado excusas para no seguir trabajando, pero la realidad es que yo he seguido el mismo camino que los que me precedieron. No lo hemos sabido hacer y no tengo ni fuerzas ni ganas para seguir intentándolo ni quizás ni para reconocer mi fracaso.

No atosigarme para que vuelva, necesito una cura prolongada. Estuve demasiado alto en demasiado poco tiempo.

Espero mucho de vosotros, Levantad El Puerto que vosotros podéis hacerlo. Y nada mas, estoy seguro de que tienes ahora más «cagaleras» que cuando te pegaba palos la policía. Asi que tomate mucho Citrocil y al toro.

                          Que tenga y tengaís muchos éxitos.

                          Saludos comunistas: Antonio Alvarez Rojas. 

Los primeros meses de gobierno municipal todo era alegrías y euforias, machaconamente les decía que la inexperiencia y las adulaciones de que serían objeto, podrían resquebrajar la unidad y la disciplina de los concejales y ello nos llevaría al fracaso y a los enfrentamientos entre ellos. Aunque la política municipal emanaba de la dirección del partido siempre hacía una salvedad entre concejales y camaradas, pues las acciones y equívocos personales de aquellos no quería que salpicara a la política del partido.

Efectivamente ocurrió como predecía, a los cuatro meses había enfrentamiento entre los concejales. Por una parte estaban; Perea, Espinar, Gómez Ojeda, Miguel de Santiago y Sebastian Sánchez. Por otra Alvarez y Mario Peluffo. Los primeros se aliaron con los socialistas que habían pactado con nosotros.

El prestigio que Antonio Alvarez obtenía de los ciudadanos no lo podía soportar Espinar ni Gómez Ojeda. El alcalde se limitaba a ejecutar las directrices del partido, imprimiéndole a ella su personalidad.Esta siempre ha sido la política del partido, en cambio otros camaradas querían aplicar una política trasnochada y muy peligrosa, no entendieron que el alcalde era de todos los portuenses y no solo de los comunistas. Aplicaron una política de colocaciones equivocada, ni el alcalde ni yo como responsable del partido estábamos de acuerdo con el sistema de clientelismo político ejecutado, la imagen que salía al exterior era de aprovechamiento de los comunistas y tanto el alcalde como la dirección del partido, anunciaba y denunciábamos lo que más tarde ocurriría. Ya ha pasado tiempo suficiente y los resultados están ahí son inamovibles.

La situación política interna se deterioraba, no solo tenía que soportar las presiones del provincial si no también las locales, la vida orgánica cada vez era más difícil, el pedir ayuda al comité regional era poco más o menos que inútil, ellos también tenían sus problemas con los renovadores y no había tiempo para dedicárselo a las agrupaciones locales, cada uno teníamos que afrontar los problemas internos; unos con más acierto que otros pero aquellas agrupaciones con poca experiencia política desaparecieron o quedaron reducida a nivel testimonial. Sin embargo los dirigentes provinciales en vez de dedicarse a solucionar los problemas organizativos locales, se dedicaron a torpedear aquellas agrupaciones con más prestigio y luchadoras, entre ellas la de El Puerto.

Aquí les era más difícil porque tenían en frente una muralla con no solo más experiencia que ellos, si no más corazón, no entendían que pudiese haber personas que tuvieran el coraje de mantener lo que habían ayudado a crecer. En los circuitos cerebrales de estos zápatras, no tenían cabida la abnegación y el sacrificio por los demás, ellos entendían la política y la entienden, como un modo de vida, es decir; vivir de la política y contra más mejor, lo otro lo consideraban romanticismo, ortodoxia y… Era todo lo contrario, era honradez, dignidad y el saber aplicar sus conocimientos en favorecer a los más débiles, a los más desfavorecido. Cambiar sufrimientos y penalidades por alegrías, en definitiva; hacer la revolución social, cambiar las estructuras de la sociedad y crear una nueva donde no haya las desigualdades y las rapiñas que hay en la actualidad.  Personas de este calibre, que afortunadamente quedan muchas, no tienen cabida en las estructuras de los partidos, hasta ahora solo las tienen los arribistas, trepadores, aventureros, aduladores, aprovechados y los profesionales de la política.

(En ese año 1.979 me proponen desde el ayuntamiento montar un taller de imprenta para el mismo, en un principio  acepto y cuando estaba en Jerez viendo la maquinaría que tenían que comprar, aquella mañana me arrepiento y digo que no. Me daba reparo enchufarme en el ayuntamiento, yo no había luchado para aprovecharme del cargo.

El alcalde tenía dos hijos parados y el concejal Caamaño coloca a uno de ellos en el ayuntamiento; el padre cuando lo ve trabajando lo despide.)

Si hago este comentario es para que se vea y no se olvide lo que es los conceptos revolucionarios y de dignidad de las personas, que toman la causa como un deber y no como un complacer sus necesidades; esta es la diferencia que separa a unos de otros. Como se verás, tuve la oportunidad de colocarme en la política o en el ayuntamiento, preferí hacerlo en otro sitio para no interferir mi independencia política con las necesidades personales. Eso tampoco lo entendieron los concejales díscolos, pues creyeron que mi postura era de soberbia, orgullo y autosuficiencia, nada de eso. Yo digo y lo mantengo: El que no tiene independencia económica no es independiente políticamente.

Antonio, al día siguiente de tomar posesión como alcalde, pidió excedencia en su trabajo sin saber y sin tener un salario asignado por la alcaldía. El Partido tuvo que hacer una rifa semanal para sacar el salario mensual de cuarenta mil pesetas que se le había asignado a Mario y Antonio, los dos únicos que se liberaron para el ayuntamiento. El alcalde decía en el Partido que era necesario más gente liberada para el ayuntamiento, algo que le propusimos a Rafael y a Espinar y los dos se negaron; decían que querían ganar más dinero. Con el dinero de las rifas le pagábamos a los liberados, a Rafael los gastos que le ocasionaba el ser concejal y a Espinar se le daba veintiuna mil pesetas que decía le descontaba del sueldo por el tiempo que perdía en su trabajo…

Durante algunos meses estuvieron así, hasta que se acordó los salarios de los cargos electos y hasta aquí, las negativas de Rafael en colaborar con las tareas municipales en calidad de liberado. Empiezo a ver con más claridad las pretensiones de esta gente. En un principio creí que era Espinar el que quería coger el poder, así lo creí hasta que salí del partido, pero no era ese el motivo.

El 1.980 fue un año de una actividad política rara, en vez de profundizar en los postulados democráticos, nos dedicábamos  a defendernos y atacarnos unos demócratas a otros. Por otra parte las luchas internas en nuestro partido no las entendía muy bien, de otra, los comportamientos de los compañeros socialistas que aunque si los entendía no lo compartía; que quisieran conseguir el poder por los medios que fuera se podía entender, pero que los propios camaradas quisieran echar al alcalde era algo difícil de entender.

En Julio de ese año tenía a casi toda la organización que asistía a la sede en mi contra; digo a la que asistía porque eran pocos, la gran mayoría estaba asqueada y no iban. (Esto y que estaba en paro, sin subsidio por desempleo y el dinero que me dieron por el despido lo agoté, es decir; era un liberado del partido por cuenta propia), esto me hizo presentar la dimisión como secretario general. Rafael Gómez Ojeda, que era el promotor de la situación, viendo mi postura se… digamos se preocupó, pues claro, al presentar mi dimisión dije los motivos y entre ellos las pretensiones que él tenía, que no eran otras que descabalgar al alcalde de su sitio para ponerse él. Ante esta denuncia da marcha atrás y me pide que no dimita, algo que hago, pero ya estaba tocado en la moral.

Desde ese intento de dimisión hasta Febrero del 81, lo paso más como secretario formal que efectivo; las reuniones eran más unas disputas y criticas  que elaboradoras de políticas para la ciudad y los ciudadanos, la ambición había prendido en estos camaradas y no había forma de sacar algo en concreto.

Antes de la conferencia local en Febrero, habíamos tenido  altercados políticos de grandes dimensiones; Espinar, Ana Perea, Gómez Ojeda, Artola, Benito, Rivero, Revuelta, Serrano, Ibañez, Palomares, Rodriguez,  etc., todos ellos se oponían a mi política y me veían como el muro de contención de Antonio, así que llegue en muy malas condiciones a dicha conferencia. A esta asistieron cuarenta y dos miembros, de los cuales diecinueve estaban conmigo y el resto como se verá, con los que querían eliminar a Alvarez como alcalde, que en el fondo estos eran los males que aquejaban al partido, aunque trataban de disimularlos con diferencias ideológicas; esta es la pura realidad, aunque en aquella época era difícil plantearlo, hoy, si repasamos donde están esta gente y donde estamos los demás se entiende mejor.

Los datos del desarrollo de la conferencia y los comportamientos del día 23 de Febrero, cuando Tejero tomó el parlamento, ya habrá ocasión de explicarlos.

Es curioso, que los que generaban más odio eran los que menos habían sufrido la represión franquista, no se, si estos camaradas habían leído las Políticas de Reconciliación    Nacional o por el contrario no creyeron en ella. Antonio había mantenido en sus puestos al; secretario general del ayuntamiento; Jaime Fernandez Criado, a su secretario particular; Juan Martín Velez, al comandante de los guardias , etc. Jaime, tuvo que pedir traslado, Juan Martín se jubiló y quedó en su lugar su ayudanta, siendo destituida a instancia de los concejales.

La primera actuación política del nuevo comité con su nuevo secretario general Sr. Espinar fue: Traer a una señora de Madrid para secretaria particular del alcalde. Esta mujer más que de secretaria, hace de comisario político para controlar los actos y visitas del alcalde, que una vez consumada la expulsión, esta señora vuelve a Madrid.

Para mediado de Septiembre convocan una reunión urgente del comité, el punto a tratar: LA PROBLEMÁTICA DE LA ALCALDÍA.

Anteriormente a la fecha, se había desatado una campaña de desprestigio contra Antonio Alvarez; lo acusaban de tener un chalet en Vistahermosa. Y en un viaje que hacen a Madrid con motivo del centenario de la plaza de toros, lo acusan de haberse aburguesado. Que estaba más de parte de los capitalistas que de los trabajadores, etc, etc.  Aunque esta campaña se desató el año anterior y yo la frenaba pidiendo pruebas, cuando me despojan de mi responsabilidad política del partido, arrecia la campaña y ya no tiene quien la pare.

Esa reunión, que duró siete horas, le dijeron de todo lo habido y por haber, hasta provocar su expulsión de la alcaldía. Participó aparte de los miembros del comité; Horacio Lara Palma; sacerdote de la compañía de Jesús, Antonio Cabral Chamorro; procedente de la extrema izquierda y Francisco de Asís Fernández por el provincial, (de este último se decía que era un miembro de la KGB infiltrado en el partido), y los más destacados en que se expulsara eran los concejales díscolos y algunos acólitos. Votamos en contra; Joaquín Gónzalez, Juan Ramón Arias y yo.

La expulsión estaba consumada. Ahora querían que Antonio dijera que dimitía del cargo. Yo me opongo y digo que si ha sido expulsado por los miembros del comité que cada uno corra con su responsabilidad, que den la cara y no se oculten. Ellos apelan al prestigio del partido y que no es conveniente dar este espectáculo. Nosotros por la dichosa disciplina del partido aceptamos, pero planteo que de cara al exterior el acalde dimite, pero internamente como ha sido expulsado que se escriba un documento exponiendo los motivos de la destitución. Este documento lo redactan en unos términos falsos, a  lo que me niego y les digo que pongan la verdad, cunde el nerviosismo entre ellos y no saben que poner. El documento final fue redactado de la siguiente guisa:

Antonio Alvarez Herrera; miembro del Partido Comunista de España, es cesado como alcalde de la ciudad de El Puerto de Santa Maria por votación mayoritaria de los miembros del comité local y asistidos por miembros del comité provincial. Los motivos de dicho cese son los siguiente: Comportamiento aburguesado, desoír las directrices del Partido, negarse a destituir al gerente del Patronato del Patronato Municipal de la Vivienda…

Insisto en que se incluya los nombres de los que votaron a favor y en contra, en un principio no querían, pero lo aceptan.

Así fue destituido el primer alcalde de la democracia. Los motivos son los reseñados.

El odio, la envidia y la ambición, superó al sentido común. No hubo aburguesamiento ni indisciplina. Lo que si hubo es la aplicación de las Políticas de Reconciliación Nacional y entender que la amnistía era para todos. Pero el tiempo supera todas las controversias y Antonio estás en la memoria y el recuerdo de sus paisanos y los demás…

Ya en 1.990, Manuel Espinar Galan y Ana Perea España, nos reconocen sus errores y que éramos nosotros los que llevábamos razón. Les respondí: Ni ganaron ustedes ni perdimos nosotros, perdió el Partido…

14 de Septiembre del 2.011

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