La legitimidad democrática la da las urnas, los votantes depositan su confianza en los partidos que ofrecen más garantías y bienestar para todo el pueblo. Si el partido que gana incumple lo prometido en su programa electoral, no solo comete un fraude democrático si no también el pueblo puede deshacer el compromiso adquirido con sus votos, y al gobierno solo le queda dimitir, y todavía el sistema democrático le permite la composición de otro gobierno sin necesidad de convocar nuevas eleciones. Pero si el gobierno desoye este clamor popular y persiste empecinadamente en sus políticas contrarias para lo que fue elegido, tiene que convocar elecciones o bien someter a refrendo estas políticas que no fue la presentada en su día.
Este gobierno y el anterior, salido democráticamente de las urnas no fue votado para que aplicaran las políticas de recortes sociales tan brutales y desproporcionadas. Se les llenan la boca cuando dicen «que lo hacen en nombre de España» y su futuro bienestar. Hoy, está sumiendo en la pobreza a los ciudadanos, aplican una sumisión que no colaboración a una parte de España, a la que odian, a la de siempre, a los trabajadores y asalariados, a la otra España a la que nos a llevado a esta situación; ni tocarla.
El clamor popular en las calles de España demostrado el día 19 de julio, donde también se incorporaron una parte de las fuerzas de seguridad y otros colectivos que nunca habían participados, ¿Que nos dice? ¿Que nos muestra? La pena es que el partido en la oposición el PSOE, en nombre de la gobernalidad de España no se manifiesta, y claro, al no hacerlo, se aleja cada vez más de su clase. Creo eque la «S y la O» de sus siglas sobran.
Pero los pueblos también se hartan y dicen basta; os hemos dejado gobernar libremente y no habeís sabido dar solución, al contrario la habeís agravado más y por lo tanto os retiramos la confianza, esto es lo que viene ocurriendo día a día y cada vez más.
Tan solo nos queda una salida ¡¡La Revolución!!, y hay dos tipos de revolución; la cruenta y la pacifica y la historia nos muestra como se desarrollaron cada una. El Imperio Romano cayó con la revolución de los esclavos. El Feudalismo fue destronado con la toma de la Bastilla. El Zarismo cayó a manos de los Sovieticos, y todas la revoluciones fueron virulentas y cruentas. Pero también hubo no hace mucho otra revolución pacifica; La Revolución de los Claveles en Portugal, si bien es verdad que en este país había una dictadura que derrocar, Pero, ¿ahora no tenemos la dictadura de los mercados financieros.
Hay que recuperar la Política para recuperar la senda de los cambios sociales sin sobresalto, es dificil, pero los pueblos también tiene memoria histórica. Los gobiernos de Europa tienen que reunirse y decirles a los mercados; os vamos a pagar, pero en el tiempo que estimemos oportuno para no sangrar más a los más débiles, y después os pondremos unos impuestos acordes con vuestros beneficios.
El capitalismo solo da solución a sus problemas; ganar cada vez más y si para ello tiene que pasar por encima de los cadaveres que dejan en su caminar lo hacen. Y no hay que olvidar que lo mismo que no hay parto sin dolor no hay revolución incruenta, la historia está pergueñada de ejemplos.
20 de Julio de 2012