Metodos de lucha o Modernidad

Estaban prohibidas las huelgas y se hacían más que en toda Europa. Estaban prohibidas las manifestaciones y se hacían más que en todo el mundo. Dirán algunos que eran otros tiempos y afortunadamente eran otros tiempos, pero los métodos represivos son los mismos, los métodos que utilizan la burguesía y el capitalismo son los mismo; enriquecimiento rápido y sin escrúpulo, reforzamiento policial y manipulación judicial con compra de voluntades. Y todo a costa de los mismos; la clase trabajadora.

¿Luego entonces que se ha modernizado?

Se ha modernizado la forma pero no el estilo: Se ha quitado al guardian impuesto por el guardian elegido y de paso se le da una pátina de legalidad democrática y algo para distraer al personal durante cuatro años.

Y se ha modernizado a través de la mediatización informativa y económica los métodos de lucha de los trabajadores, mejor dicho; la nula participación de los mismos en defensa de sus intereses y por consiguiente el enemigo se frota las manos viendo la fragmentación organizativa de la clase trabajadora o asalariada.

El enemigo natural de los trabajadores si ha modernizado sus métodos, ha sabido conjugar sus viejos argumentos represivos con la moderna maquinaria informativa. En cambio los trabajadores, haciendo dejación de sus deberes como clase ha entregado todo su bagaje combativo al enemigo, perdiendo lo ganado con años de lucha y lo que es peor, en el horizonte no se vislumbra la luz guiadora para reiniciar la lucha que nos pueda emancipar de la opresión capitalista.

El nacimiento de los sindicatos y partidos fue para canalizar y organizar la desesperación e inquietudes de millones de desprotegidos y oprimidos por la clase dominante, convirtiendose en la vanguardia obrera dirigiendo la lucha contra los opresores. Estas luchas trajo consigo el mejoramiento en sus condiciones de vida y con ello la sociedad del bienestar. También es verdad que con estas mejoras perdimos de vista al enemigo, y el enemigo siguió trabajando para desmantelar a la vanguardia y con ella a la clase trabajadora. El resultado lo estamos viendo ahora, golpean y golpean y los dirigentes políticos mirando para otro lado, cuando no, justifica la situación alegando la despolitización de la sociedad, como si los responsables de esta despolitización fueran otros. 

La creación del ejercito, la policia y de la justicia, (con sus jueces y magistrados) fue para preservar el robo de una parte de la sociedad a la otra. Un ejemplo palpable es el de la justicia, ¿Es los mismo la justicia ante el fenómeno de la corrupción? No. Aunque la corrupción es la misma la interpretación de la justicia no lo es. En Baleares, un presidente que fue ministro presuntamente corrupto está en libertad. En Valencia pasa lo mismo, en cambio en Andalucía un consejero está en prisión. Al parecer no es lo mismo para algunos jueces la corrupción en la izquierda que en la derecha. Sin tratar de justificar a nada ni a nadie, ¡¡EL QUE SEA CORRUPTO DEBE ESTAR EN LA CÁRCEL!!, pero todos, y así vera el ciudadano que los jueces son imparciales.

No hace mucho, para entrar y militar en un partido de izquierda, era necesario ser avalado por dos militantes del mismo, esta practica se hacía necesaria para preservar a la organización de provocadores, colaboradores y chivatos de la polícia. Ahora más que nunca, habría que restaurar este procedimiento para evitar corruptos en potencia y ambiciosos ávidos de poder, solo así, la clase política será reconocida por los ciudadanos.

Hemos visto que la clase capitalista tiene en su poder al ejercito, polícia, jueces, medios de comunicación, ete., en cambio la otra clase, la nuestra ¿Que tiene? Solo tenemos los brazos para trabajar y la boca para informar. ¿Y con estos medios que hacemos, como lo hacemos? Pues como siempre lo hemos hecho. Desde los partidos destacar a sus miembros para que se imbriquen en ; centros de trabajos,AA.VV., centros culturales y juveniles, etc, etc., que lleven las políticas de los partidos y las reinvidicaciones obreras y populares para debatirlas con ellos y sacar conclusiones para poner en marcha la maquinaria de lucha, en definitiva, utilizar las únicas herramientas que poseen los trabajadores.

Pero claro, también la clase dirigente tiene que hacer dejación de canonjias y prebendas, que se entra en política para sacrificarse por los demás y no para hacer de ella una forma de vida. La única forma de vida debe ser el contacto directo con la ciudadanía, de lo contrario, no nos quepa la menor duda que otros, ocuparan el espacio que dejen partidos y sindicatos.

He participado en concentraciones y manifestaciones que se han convocado y he visto que cada vez hay más participantes, y como ya se ha dicho otras veces, las masas  superan a los dirigentes. Las organizaciones ciudadanas las convocan al margen de partidos y sindicatos y cada vez se sube un peldaño en detrimento de estos.

El enemigo solo ve peligro cuando ve vertebrarse a la sociedad en defensa de sus derechos.

La modernidad consiste, en saber conjugar la experiencia de los métodos de lucha con los medios tecnicos a nuestro alcance, pero siempre, la presencia humana es impresindible, y no solo para convocarnos cada cuatro años para votar, el contacto con la sociedad siempre ha sido el motor de avance, al no ser que, este alejamiento este premeditado para mantener privilegios y demás.

27 de Abril de 2.012

 

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